Saharasia Discovery and Research
Ashland, Oregon, USA Summary Article on Saharasia
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Origen y Difusión del
Patrismo en Saharasia, año 4000 a.C.:
Evidencias de un
Patrón Geográfico Mundial del
Comportamiento Humano Relacionado con el Clima*
de James DeMeo,
Ph.D.**
Traducido
por Marth Mauri
* Publicaciones anteriores: Kyoto Review 23:
19-38, primavera 1990 (Japón); Emotion 10, 1991 (Alemania); World Futures:
The Journal of General Evolution, 30: 247-271, 1991; y Pulse of the Planet 3:3-16, 1991. Su libro Saharasia: The 4000 BCE Origins
of Child Abuse, Sex-Repression, Warfare and Social Violence In the Deserts of
the Old World,
Natural Energy Works, 1998, contiene una amplia presentación del trabajo del
Dr. DeMeo sobre este tema.
** Director, Orgone Biophysical Research Lab.,
PO Box 1148 Ashland, Oregon 97520 USA. demeo(at)mind.net
(Pegue el símbolo "@" en su programa
de correo electrónico.)
El texto e ilustraciones de esta publicación son
derechos reservados (c) 2000 y no se pueden duplicar ni copiar ni usar sin el
permiso escrito del autor.
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RESUMEN
A través de un análisis sistemático de datos
antropológicos de 1170 culturas de subsistencia, se correlacionaron y
desarrollaron patrones geográficos mundiales de comportamientos represivos,
dolorosos, traumáticos, violentos, armados y patristas e instituciones sociales
con lazos rotos entre madre e hijo y entre hombre y mujer. Al plasmar en un
mapa los datos acerca del comportamiento, el cinturón desértico hiperárido que
comprende áfrica del Norte, Cercano Oriente y Asia Central, que llamo
Saharasia, reveló poseer la zona más extensa de comportamientos patriarcales e instituciones sociales extremas del planeta. Se descubrió que el comportamiento matríarcal de las regiones más lejanas a Saharasia, es decir, en Oceanía y el Nuevo Mundo, es
más inerme y amable, apoya y protege los lazos entre madre e hijo y entre
hombre y mujer. Una revisión sistemática del material arqueológico e histórico
indica que el patrismo se desarrolló por primera vez en Saharasia después
del año 4000 a.C., época de una importante transición ecológica de praderas
relativamente húmedas a desiertos áridos. Los mapas presentan asentamientos y
patrones migratorios de pueblos patristas desde sus primeros territorios en
Saharasia, para así explicar la posterior aparición del patrismo en otras
regiones. La evidencia del matrismo en Saharasia antes de las condiciones de
sequía es extensa y en cambio no existe el patrismo. Se argumenta que el
matrismo constituye la primera forma original e innata de comportamiento humano
y organización social, en tanto que el patrismo, perpetuado por
instituciones sociales que inducían traumas, se desarrolló por primera vez
entre el Homo sapiens en Saharasia, bajo las presiones de una desertificación
grave, hambre y migraciones obligadas. Las reflexiones psicológicas de Wilhelm
Reich aclaran el mecanismo a través del cual se establecen los comportamientos
patristas (armados, violentos) que continúan mucho tiempo después de haber
ocurrido el trauma inicial.
INTRODUCCIÓN
Este documento resume las pruebas y conclusiones
de mi estudio geográfico de siete años en todo el mundo, sobre la variación
regional del comportamiento humano y los factores socioambientales asociados;
estudio que constituyó mi tesis de doctorado (DeMeo 1985, 1986, 1987). En esta
investigación me concentro específicamente en un complejo importante de
actitudes traumáticas y represivas, comportamientos, costumbres e instituciones
sociales que se correlacionan con la violencia y guerra. Mi estudio es una
continuación de observaciones clínicas y transculturales acerca de las
necesidades biológicas de lactantes, niños y adolescentes, los efectos
represivos y dañinos que tienen ciertas instituciones sociales y tipos de
ambientes naturales intolerantes sobre estas necesidades y las consecuencias en
la conducta de dicha represión y daños.
De acuerdo con lo aquí presentado, el
planteamiento geográfico respecto del origen del comportamiento humano ha
permitido la reconstrucción de una imagen global mucho más clara de nuestra
historia cultural más antigua. La relación causal entre las instituciones
sociales traumáticas y represivas con la agresión destructiva y la guerra se
comprueba y fortalece en mi método de evaluación, el cual ha confirmado que la
existencia de un antiguo periodo mundial de condiciones sociales relativamente
pacíficas, en las que la guerra, el dominio del sexo masculino y la agresión
destructiva estaba ausente o en niveles extremadamente mínimos. Más aún, se
pueden señalar tanto las épocas como los lugares precisos en la Tierra donde la
cultura humana primero se transformó de condiciones pacíficas, democráticas e
igualitarias en déspotas, belicosas y violentas.
Estos resultados fueron posibles únicamente
mediante la ventaja de estudios de campo paleoclimáticos y arqueológicos
recientes (que anteriormente revelaron condiciones sociales y ambientales desconocidas)
y por el desarrollo de grandes bases de datos antropológicas mundiales
compuestas de información cultural de cientos o miles de culturas diferentes de
todo el mundo. La microcomputadora, otra innovación, facilitó en pocos años el
acceso a dichos datos, además de la preparación de mapas del comportamiento
mundial que de otro modo habría tomado toda una vida preparar. Mi criterio para
estas preguntas también constituyó una de las primeras revisiones geográficas
mundiales derivadas sistemáticamente del comportamiento humano y las
instituciones sociales, lo que dio a conocer un patrón mundial anteriormente no
observado aunque claro del comportamiento humano. Antes de presentar los mapas
que demuestran en forma espacial el centro de mis observaciones, hay que
considerar el análisis de las variables de interés y la teoría que sustentan
los mapas.
Cultura Matrista y Patrista
Las raíces de la violencia en traumas y
represión sexual infantil
Inicialmente, mi investigación estaba enfocada
en desarrollar un análisis geográfico mundial de los factores sociales
relacionados con el trauma y la represión sexual a temprana edad, como una
prueba de la teoría económica sexual de Wilhelm Reich (1935, 1942, 1945, 1947,
1949, 1953, 1967, 1983). La teoría de Reich, que surgió y se apartó del
psicoanálisis, clasificaba la agresión destructiva y la violencia sádica del Homo
sapiens
como una condición totalmente anormal, resultado de la inhibición crónica de la
respiración inducida por traumatismo, expresión emocional e impulsos dirigidos
al placer. De acuerdo con este punto de vista, la inhibición se vuelve crónica
en el individuo a través de rituales específicamente dolorosos y que censuran
el placer e instituciones sociales, que consciente o inconscientemente interfieren
con los lazos entre madre e hija y entre hombre y mujer. Estos rituales e
instituciones existen entre sociedades "primitivas" de subsistencia y
sociedades "civilizadas" tecnológicamente desarrolladas. Algunos
ejemplos son: imposición inconsciente o racionalizada del dolor en recién
nacidos y niños a través de diversos medios; separación y aislamiento del niño
de su madre; indiferencia hacia el llanto del lactante molesto; envolverlo
hasta inmovilizarlo las veinticuatro horas; rechazo a la lactancia y destete
prematuro del lactante; corte de la carne del niño, normalmente los genitales;
entrenamiento traumático de los esfínteres, y exigencias de que esté en
silencio, quieto y sea obediente, sometido mediante castigos físicos o
amenazas. Otras instituciones sociales buscan controlar o acabar con los
intereses sexuales del niño como el tabú de la virginidad femenina, que exigen
todas las culturas que rinden culto a un dios supremo patriarcal, así como el
matrimonio compulsivo o arreglado obligado por la culpa y el castigo. La
mayoría de estos castigos y limitaciones rituales recaían más dolorosamente en
las mujeres, aunque a los hombres también les afectaba en gran medida. Las
exigencias de una obediencia sin críticas, de supresión emocional y resistencia
al dolor, hacia las figuras de autoridad mayores (normalmente varones) respecto
a las decisiones existenciales fundamentales son aspectos integrales de dichas
instituciones sociales, que se extienden hasta controlar también el
comportamiento de los adultos. Estas instituciones represivas son apoyadas y
defendidas por el individuo promedio en una sociedad determinada, sin tomar en
cuenta las consecuencias dolorosas que disminuyen el placer o atentan contra la
vida y se consideran, en un sentido acrítico, como experiencias "buenas
que forman el carácter", una parte de la "tradición". No
obstante, con tal complejo de instituciones sociales dolorosas y represivas, se
argumenta que (aquí entran los componentes neuróticos, psicóticos, autodestructivos
y sádicos del comportamiento humano) se expresan en una plétora de formas
disfrazadas e inconscientes o abiertamente claras y evidentes.
Según el punto de vista económico sexual de
Reich, se establece una armadura muscular y caracterológica crónica en el ser humano en
desarrollo conforme al tipo e intensidad del trauma doloroso que vive. Los
procesos biofísicos que normalmente conducen a una respiración completa,
expresión emocional y descarga sexual durante el orgasmo se bloquean
crónicamente con la armadura que, en mayor o menor grado, conduce a la
acumulación de tensión emocional y sexual (bioenergética) reprimida. La reserva
contenida de tensión interna provoca que el organismo se comporte de una manera
generalmente inconsciente, distorsionada, autodestructiva y sádica (Reich 1942,
1949). Los procesos anteriores ocurren cuando, y sólo cuando, se hacen intentos
por desviar o moldear irracionalmente las necesidades o impulsos biológicos
humanos de acuerdo con la exigencia de la "cultura". Algunos ejemplos
son el rechazo a amamantar al lactante, los golpes a un niño por defecar o
tener expresiones sexuales o el matrimonio obligado de jovencitas con hombres
mayores ("desposorios infantiles", "precio por la novia").
Los rituales y las instituciones sociales que
inflingen dolor y censuran el placer están presenten en la mayoría de las
culturas históricas y contemporáneas. Por ejemplo, algunas culturas
(seguramente una minoría) no inflingen, conscientemente o de otra forma, dolor
a sus lactantes y niños, ni reprimen el interés sexual en niños o adultos. Es
de gran interés el hecho de que estas sociedades tampoco sean violentas y
tengan lazos familiares monógamos sociales y relaciones sociales amigables y
agradables.
Malinowski (1927, 1932) fue el primero en
señalar dichas culturas como una impugnación a la aseveración de Freud de una
naturaleza biológica pancultural para el estado sexual latente de la infancia y
el conflicto edípico. Reich (1935) argumentó que las condiciones de la sociedad
de Trobriand comprobaron la conveniencia de relacionar sus observaciones
clínicas y sociales de la represión sexual con un comportamiento patológico. Se
han realizado descripciones etnográficas de culturas semejantes (Elwin 1947,
1968; Hallet y Relle 1973; Turnbull 1961). Mis estudios transculturales a nivel
mundial (DeMeo 1986, pp.114-120) y los de Prescott (1975) han confirmado estos
resultados: Las sociedades que acumulan traumas y dolor en lactantes y niños y
que subsecuentemente reprimen la expresión emocional y el interés sexual de los
adolescentes, invariablemente muestran un espectro de conductas neuróticas,
autodestructivas y violentas. Por el contrario, las sociedades que tratan a sus
lactantes y niños con gran afecto físico y ternura y que consideran positiva la
expresión de emociones y sexualidad de adolescentes, son físicamente saludables
y no violentos. De hecho, la investigación transcultural ha demostrado la
dificultad, quizá imposibilidad, de localizar una sociedad violenta y alterada
que no traumatice también a sus jóvenes y los repriman sexualmente.
Una investigación sistemática de la bibliografía
histórica mundial confirmó de manera independiente las correlaciones anteriores
entre traumas infantiles, represión sexual, dominio del sexo masculino y
violencia familiar, en descripciones de varios estados centrales déspotas y
autoritarios de tipo belicoso (DeMeo, 1985, capítulos 6 y 7 de 1986). (1) A
partir de datos históricos semejantes, Taylor (1953) creó un esquema dicótomo
del comportamiento humano en varias sociedades. Con la terminología de Taylor y
la ampliación de su esquema de acuerdo con los resultados económicos sexuales,
dichas sociedades violentas y represivas se denominan patristas y difieren en casi
todos los aspectos de culturas matristas, cuyas instituciones sociales están
diseñadas para proteger y mejorar los lazos gratos entre madre e hijo y hombre
y mujer. (2) La tabla 1 presenta el contraste entre las formas extremas de la
cultura patrista (armada) y matrista (desarmada).
Tabla 1: COMPORTAMIENTOS, ACTITUDES E INSTITUCIONES SOCIALES DICTONOMA
Característica |
Patrísta (armada) |
Matrísta (desarmada) |
|
|
|
Lactantes |
Menos indulgencia |
Más indulgencia |
niños, y |
Menos afecto físico |
Más efecto físico |
adolescentes: |
Lactantes traumatizados |
Lactantes sin traumas |
|
Iniciaciones dolorosas |
Iniciaciones sin dolor |
|
Dominado por la familia |
Democracia infantil |
|
Casas segregadas por el sexo, militar o
poblados por edades |
Casas con niños de ambos sexos |
|
|
|
Sexualidad: |
Actitud restrictiva |
Actitud permisiva |
|
Mutilación genital |
Sin mutilación genital |
|
Tabú de virginidad femenina |
Sin tabú de virginidad femenina |
|
Sexo entre adolescentes estrictamente censurado |
Sexo entre adolescentes permitido con libertad |
|
Con tendencia homosexual más grave tabú |
Sin tendencia homosexual o tabú fuerte |
|
Tendencia al incesto más grave tabú |
Sin fuerte tendencia al incesto o tabú fuerte |
|
Probable concubinato/ prostitución |
Sin concubinato ni prostitución |
|
|
|
Mujeres: |
Límites de libertad |
Mayor libertad |
|
Estatus inferior |
Mismo estatus |
|
Tabú de sangrado vaginal (himen, menstruación
y alumbramiento) |
Sin tabú de sangrado vaginal |
|
No puede elegir su pareja |
Puede elegir su pareja |
|
No se divorcia voluntariamente |
Se divorcia voluntariamente |
|
Los varones controlan la fertilidad |
Las mujeres controlan la fertilidad |
|
|
|
Estructura |
Autoritaria |
Demócrata, Liberitad |
cultural y |
Jerárquica |
Igualitaria |
familiar: |
Línea patriarcal |
Línea matriarcal |
|
Patrilocal |
Matrilocal |
|
Monogamia compulsiva de por vida
|
Monogamia no compulsiva
|
|
A menudo polígama |
Rara vez polígama |
|
Estructura militar |
Militar no de tiempo completo |
|
Violenta, sádica |
No violenta |
|
|
|
Religión y |
Orientada al varón/padre |
Orientada a la mujer/madre |
creencias |
Ascetismo, evasión de placer |
Placer aceptado e institucionalizado |
|
Inhibición, temor a la naturaleza |
Espontaneidad, culto a la naturaleza |
|
Especialistas religiosos de tiempo
completo |
Especialistas religiosos eventuales |
|
Chamanes masculinos |
Chamanes masculinos o femeninos |
|
Códigos conductuales estrictos |
Sin códigos estrictos. |
Muchos aspectos del patrismo interfieren con
la biología del lactante y niño de manera que generalmente no se observan en el
mundo animal y en algunos casos es evidente el incremento de mortandad y
morbosidad infantil y materna. Además de los ritos dolorosos o que reducen en
placer de la tabla 1, es importante hacer notar que la mayoría de las
sociedades patristas tuvieron, en algún momento de su pasado distante o reciente,
trastornos sociales psicopatológicos graves designados para la liberación
organizada socialmente aprobada de rabia asesina hacia niños y mujeres (es
decir, asesinato ritual de niños, viudas, "brujas",
"prostitutas", etc.), con una deificación complementaria de los
varones más agresivos y sádicos (totalitarismo, dignidad divina). Algunas
culturas contemporáneas expresan dichas condiciones a gran escala o muestran
vestigios de las mismas, hechos que han distinguido las implicaciones
geográficas.
Por ejemplo, dado que las pruebas clínicas,
transculturales e históricas indican que la violencia de los adultos se origina
de traumas y represión sexual a temprana edad y que no existe en situaciones en
las que los lazos entre madre e hijo y hombre y mujer están protegidos y
alimentados por instituciones sociales matrismo, naturalmente surge la pregunta
respecto a cómo la Gestalt cultural del trauma, represión y violencia (patrismo)
pudo haberse iniciado. El patrismo, con su enorme efusión de violencia hacia
lactantes, niños y mujeres, que pasa de una generación a otra a través de
instituciones sociales dolorosas y que atentan contra la vida, debieron haber
tenido épocas y lugares de origen específicos entre algunas de las primeras
sociedades humanas. La supuesta ausencia de un carácter innato del patrismo, que
deriva del bloqueo crónico, inhibición y acumulación de impulsos biológicos,
exige que así sea. Sin embargo, el matrismo surgido del impulso biológico sin
obstáculos que se expresa libremente y que por tanto es innato, a nivel mundial
habría por naturaleza mundial, omnipresente entre la humanidad de los primeros
tiempos. De hecho, la selección natural habría favorecido al matrismo, dado el
hecho de que no genera los impulsos sádicos que conducen a la violencia mortal
hacia mujeres y niños, ni altera los lazos emocionales entre madres e hijos,
los cuales brindan diferentes ventajas de supervivencia psicosociales (Klaus y
Kennell 1976; LeBoyer 1975; Montagu 1971; Stewart & Stewart 1978a, 1978b,
Reich 1942, 1949).
La confirmación y el sustento a las suposiciones
e inferencias anteriores existen en los aspectos geográficos de los datos
antropológicos y arqueológicos mundiales y fueron un centro de atención
fundamental de mi investigación para estudiar los aspectos espaciales de los
hechos y observaciones recopiladas por investigadores de campo.(3) Por
ejemplo, anteriormente se habían identificado ciertos aspectos del matrista y
condiciones sociales pacíficas en las capas arqueológicas más profundas de
algunas regiones, con transiciones evidentes hacia condiciones más violentas
dominadas por los varones en años posteriores. Aun cuando algunos
investigadores no conocen estos resultados más recientes, tienden a ignorarlos
o han objetado sus consecuencias, un número cada vez mayor de estudios han
demostrado transiciones sociales importantes en tiempos remotos, que pasan de
condiciones pacíficas, demócratas y equitativas, a condiciones belicosas,
violentas, dominadas por los hombres (Bell 1971; Eisler 1987a, 1987b;
Huntington 1907, 1911; Gimbutas 1965, 1977, 1982; Stone 1976; Velikovsky 1950,
1984). Los aspectos geográficos de estos resultados son de lo más reveladores.
Una revisión sistemática y mundial de dicha
evidencia (DeMeo, 1985, capítulos 6 y 7 de 1986) demuestran los patrones de
estas transiciones arqueológicas en todo el mundo, regiones que se
transformaron del matrista al patrista en los mismos periodos generales o donde
la transición al patrismo arrasó durante siglos con las principales porciones de
un continente, de un extremo a otro. Mucho más importante fue el descubrimiento
de que las primeras transformaciones culturales ocurrieron específicamente en regiones
del Viejo Mundo (en especial en áfrica del Norte, el Cercano Oriente y Asia
Central entre 4000 y 3500 a.C.), en concierto con transformaciones ambientales
importantes, de condiciones relativamente húmedas a áridas en esas regiones.
Transformaciones posteriores generalmente ocurrían en regiones fuera de los
desiertos recién formados que se relacionaban con el abandono de las nuevas
zonas áridas y la invasión subsecuente de territorios fronterizos más húmedos.
La existencia de estas transiciones ambientales y culturales determinadas era
de suma importancia, ya que las evidencias indican que una sequía grave y la
desertificación tuvieron el potencial de alterar de manera traumática los lazos
entre madre e hijo y hombre y mujer, tan seria y dolorosamente como cualquier
institución patrista.
La devastación social en regiones de sequía,
desertificación y hambre
Otras líneas de evidencia conducen a la
conclusión de que la sequía grave y repetida y la desertificación, que fomenta
la hambre, inanición y migraciones masivas entre las culturas de subsistencia,
deben de haber sido un factor crucial que gradual o incluso rápidamente
orillaron a las primeras culturas matrista hacia el patrista. Por ejemplo:
1) Testimoniales recientes de cambios culturales
que ocurrieron en condiciones de hambre e inanición dan como resultado una
descomposición de los lazos sociales y familiares. Informes desgarradores de
Turnbull (1972) de los pueblos Ik de áfrica Oriental aclaran este punto, aunque
se han realizado observaciones parecidas (Cahill 1982; Garcia 1981; Garcia y
Escudero 1982; Sorokin 1975). En condiciones de hambre más agudas, los esposos
con frecuencia salen en busca de comida, dejan a sus mujeres e hijos y regresan
o no regresan. Con el tiempo, los niños y familiares de edad hambrientos quedan
en el abandono y deben luchar a solas o morir. Es posible que los niños formen
bandas errantes dedicadas a robar alimentos y el esquema social restante puede
desbaratarse totalmente. Los lazos entre madre e hijo parecen durar más, aunque
tarde o temprano las madres hambrientas también abandonan a sus hijos.
2) Investigaciones clínicas sobre los efectos de
una desnutrición proteínica y calórica grave de lactantes y niños indican que
el hambre es un trauma de las más graves proporciones. Un niño que sufre de
marasmo o kwashiorkor presentará síntomas de falta de contacto e inmovilidad y,
en los casos más extremos, una suspensión del crecimiento corporal y cerebral.
Si el hambre dura mucho tiempo, la recuperación al potencial total puede no
ocurrir después de reabastecerse el suministro alimenticio y sí presentarse
retraso físico y emocional de leve a grave. Se han observado otros efectos del
hambre y la inanición en niños y adultos que incluyen disminución de la
vitalidad emocional y energía sexual general, algunos de los cuales pueden
persistir incluso después de contar de nuevo con alimentos. Más importante aún,
el niño se retrae y contrae biofísica y emocionalmente en condiciones de hambre
e inanición de forma casi idéntica a los efectos igual de traumáticos de falta
y aislamiento materno. Ambas experiencias tienen efectos claros y duraderos que
alteran la capacidad de los adultos para tener lazos emocionales con la pareja
e hijos (Aykroyd 1974; Garcia y Escudero 1982; Prescott, Read y Coursin 1975).
Lactantes normales y marasmáticos
Derecha, lactante marasmático de 7
meses. Izquierda, lactante sano de
5 meses
Reproducción cortesía de F. Monckeberg (en
Prescott, et al. 1975)
Transiluminación de cráneos de lactantes normal
(izquierda), desnutrido (centro) y hambriento marasmático (derecha).
El cráneo se ilumina en proporción con la
cantidad de espacio lleno de fluidos entre el cerebro y el cráneo. Un lactante
bien alimentado tiene un cerebro bien desarrollado con poco espacio y fluido
entre el cerebro y cráneo. No ocurre lo mismo con el niño desnutrido o
hambriento.
Reproducción cortesía de F. Monckeberg (en
Prescott, et al., 1975)
3) Se identifican otros factores traumáticos
específicamente relacionados con la vida difícil en desiertos y regiones
áridas. Un ejemplo importante fue el uso de la cuna limitante a la espalda que
moldea la cabeza por parte de pueblos migratorios de Asia Central, que parecen
haber provocado inconscientemente traumas dobles por deformación craneal y por
envolver a los lactantes. La deformación craneal de lactantes como institución
social murió con el siglo, pero envolver a los bebés parece persistir hoy en
día en las mismas regiones. Normalmente, un lactante sujeto a una restricción
Dolorosa lucha por liberarse y llorará fuerte, lo que llamará la atención
inmediata de quien sea el responsable de su cuidado. Supongo que no ocurre con
los lactantes hambrientos amarrados a una cuna a la espalda que les restringe
el cuerpo (y muchas veces les aplasta la cabeza) durante una larga caminata en
regiones áridas. En condiciones extremas de sequía y hambre, quienes cuidan de
los lactantes ponen menos atención y tienen menos contacto y voluntad de
detenerse constantemente a calmar a un niño que se lastima con las
restricciones que deforman el cráneo de una cuna a la espalda. Conforme avanzó
la desertificación en Asia Central, la migración de una región a otra se
convirtió en una forma de vida relativamente permanente. Informes arqueológicos
señalan que las deformaciones craneales y envolver a los lactantes se
institucionalizó parcialmente en la tradición de crianza de esas áreas (DeMeo
1986, pp.142-152; Dingwall 1931; Gorer & Rickman 1962). De hecho, las
dolorosas deformaciones craneales y envolver a un niño fueron una marca
distintiva y una institución social aceptada de dichos pueblos, que persistió
incluso después de renunciar a una
existencia nómada y adoptar un estilo de vida sedentario. Otras instituciones sociales
importantes, como la mutilación genital femenina y masculina (infibulación y
circuncisión) estaban geográficamente centradas y tuvieron sus inicios en la
gran faja desértica del Viejo Mundo, aunque los motivos no son tan claros.
Envolver a un niño y deformar artificialmente el
cráneo parecen ser prácticas complementarias, ya que primero se desarrollaron
en Asia Central con la envoltura tipo cuna a la espalda que usaban los pueblos
migrantes. Se erradicó la deformación craneal de lactantes, pero envolverlos,
una práctica remanente, persiste en la mayoría de las regiones con influencia
de dichos pueblos.
Lactante envuelto, dibujo de Deborah Carrino
basado en una fotografía de
Dean Conger. Placas craneales deformes de
Dingwall (1931).
NOTA: Todos los mapas se componen de datos de
pueblos de subsistencia, aborígenes y nativos.
En América y Oceanía, estos datos reflejan las
condiciones normales antes de la llegada de colonizadores europeos.
Durante el proceso para determinar lo anterior,
me quedó cada vez más claro que los primeros lazos sociales matristas
probablemente se extendieron por primera vez entre las culturas de subsistencia
que habían sobrevivido a los efectos devastadores de sequías graves
secuenciales, desertificación y hambre prolongada. La alteración progresiva que
sufrieron los lazos sociales entre madre e hijo y hombre y mujer una generación
tras otra debido a la hiperaridez, hambre, inanición y migraciones obligadas,
daría origen a un desarrollo e intensificación de actitudes, comportamientos e
instituciones sociales patrista. Con el tiempo, éstas sustituirían a las matristas
más antiguas. El patrismo se habría ajustado a la estructura del carácter, del
mismo modo que las condiciones hiperáridas y desérticas se adaptaron al
panorama. Una vez adaptadas, el patrismo permanecería en los pueblos afligidos,
independientemente del clima o abastecimiento de alimentos subsecuentes, dado
el carácter reiterativo que afecta el comportamiento de las instituciones
sociales. El patrista aparecería después en regiones más húmedas y abundantes,
por la irrupción de pueblos belicosos que migraban de regiones desérticas
contiguas.
A partir de estas consideraciones, se evidenció
una prueba geográfica muy clara. De representarse en un mapa, se hacía patente
una correlación espacial en todo el mundo entre los duros ambientes desérticos
y la cultura patrista extrema y, por ende, un mecanismo claro para que se
iniciara el primer trauma y se identificaría la represión entre las antiguas
culturas. Lo anterior también corrobora directamente la teoría económica sexual
de Reich, que necesitaba cierto mecanismo de trauma antiguo para explicar el
génesis de la armadura. Las correlaciones espaciales que emergieron de este
criterio fueron sorprendentes.
LOS ASPECTOS GEOGRÁFICOS DE LA ANTROPOLOGÍA Y
CLIMATOLOGíA
Mi revisión preliminar del comportamiento y las
instituciones sociales en una muestra de 400 culturas aborígenes de
subsistencia del mundo señaló que los pueblos patristas más extremos vivían en
ambientes desérticos (DeMeo, 1980). Un análisis global más sistemático y
definitivo derivado de 1170 culturas confirmó posteriormente la conexión entre
el desierto y el patrista, aunque demostró que no era válida la generalización
para todas las tierras semiáridas e incluso desiertos hiperáridos de tamaño
geográfico limitado, podía obtenerse donde comida y agua con un viaje corto.
Más aún, también se encontró que las regiones pantanosas cercanas a los
desiertos más grandes e hiperáridos eran de carácter patrismo, un hecho que
después se explicó en las migraciones demostradas de pueblos (DeMeo, 1986,
1987). Los datos culturales utilizados para este análisis posterior se
obtuvieron del Ethnographic Atlas (1967) de Murdock, que no contenía mapas y se
componía casi exclusivamente de datos tabulares descriptivos sobre pueblos
aborígenes que vivían en regiones nativas. Los datos de Norteamérica,
Sudamérica y Oceanía reflejaban en gran medida condiciones europeas nativas
previas. Los datos de Murdock se recopilaron de cientos de fuentes aproximadas
confiables, publicadas entre 1840 y 1960; otros expertos corrigieron los datos
y los usaron ampliamente en pruebas de teorías transculturales. Cada una de las
1170 culturas fue evaluada por separado (por computadora) de acuerdo con 15
variables diferentes que aproximaron el esquema entre el matrista y patrista
antes proporcionado. (4) Las culturas que muestran un elevado porcentaje de
características patristas recibieron una calificación alta, en tanto que las
culturas con un bajo porcentaje de características patristas (con un elevado nivel
de matrismo) recibieron una calificación baja. Se obtuvieron las latitudes y
longitudes de cada cultura y se extrajo un porcentaje patrista regional de cada
bloque de 5¼ de latitud por 5¼ de longitud. La figura 1, el mapa del
comportamiento mundial, se origina de este procedimiento (DeMeo, 1986, capítulo
4).
Figura 1. Mapa del comportamiento mundial:
Periodo aproximado entre 1840 y 1960, según la reconstrucción de datos
culturales de aborígenes obtenidos de Ethnographic Atlas (1967) de Murdock, con
una interpretación histórica mínima.
Los patrones del mapa de comportamiento mundial
se apoyaron en mapas independientes de las 15 variables utilizadas para su
construcción y de mapas de otras variables relacionadas (mutilaciones
genitales, deformación craneal en lactantes, envoltura), que se presentaron en
la tesis original (DeMeo, 1986, capítulo 5). El mapa de comportamiento mundial
demuestra claramente que el patrismo no era omnipresente ni al azar en esta
distribución mundial. Es evidente que las culturas del Viejo Mundo eran más
patristas que en Oceanía o el Nuevo Mundo. Además, la zona con el patrismo más
extremo en el Viejo Mundo se encuentra en una larga franja que se extiende
desde áfrica del Norte, el Cercano (Medio) Oriente hasta Asia Central. Es de
mayor importancia el hecho de que este mismo territorio geográfico comprende lo
que en la actualidad es el ambiente desértico más intenso, extendido e
hiperárido de la Tierra.
Los mapas de factores ambientales relacionados
con las condiciones desérticas demuestran distribuciones muy semejantes a las
del patrismo extremo en el mapa de comportamiento mundial. Por ejemplo, el mapa
de la figura 2 identifica el más hiperárido de los ambientes desérticos, según
lo determina la proporción de sequedad de Budyko-Lettau (Budyko, 1958; Hare,
1977). Esta proporción contrasta con la cantidad de energía de evaporación
disponible en un ambiente determinado relacionado con la cantidad de
precipitación. Se trata de un indicador de tensión más razonable en ambientes
áridos que los usados en sistemas usuales de clasificación de climas, lo cual
puede orillar a pensar erróneamente que todos los ambientes
"desérticos" son parecidos por naturaleza. Los mapas que identifican
otros extremos ambientales tensos, como la mayor variabilidad de precipitación,
temperaturas máximas promedio mensuales más altas, regiones desprovistas de
vegetación, regiones con la capacidad de carga más baja de un ecosistema,
regiones de tierras desérticas y regiones inhabitadas muestran distribuciones muy
semejantes de sus aspectos más intensos y extendidos en este mismo territorio
patrista desértico extremo (DeMeo, 1986, capítulo 2; DeMeo, 1987). A esta amplia
expansión de clima y cultura extremas correlacionadas la llamo Saharasia.
Figura 2: Proporción de sequedad de
Budyko-Lettau: Comparación de la sequedad relativa de diferentes tierras áridas
del mundo. Los valores reflejan la proporción entre la precipitación y la
energía evaporativa; valores de 2 reciben tanto doble calor solar de
evaporación como humedad de las precipitaciones, en tanto los valores de 10
reciben diez veces más.
ASPECTOS GEOGRÁFICOS DE LA ARQUEOLOGÍA E
HISTORIA
Las distribuciones muy estructuradas del mapa de
comportamiento mundial indican que el patrismo se desarrolló en Saharasia quizá
sólo en épocas históricas antiguas, después de las cuales lo expandieron
pueblos migrantes y afectó las regiones más húmedas de los alrededores. La
prueba de esta hipótesis del comportamiento, las migraciones y el clima en
tiempos remotos requería la creación de una base de datos nueva, compuesta de
información acerca de las condiciones climáticas antiguas, migraciones de los
pueblos, factores sociales anteriores referentes al trato a lactantes, niños y
mujeres, y tendencias respecto al dominio masculino, despotismo, violencia
sádica y guerra. Se desarrolló y conjuntó cronológicamente una nueva base de
datos que contiene más de 10,000 tarjetas individuales de la ubicación y época.
Cada tarjeta contenía información sobre la bibliografía arqueológica o
histórica que identificaba los artefactos y condiciones ecológicas de sitios de
campo o regiones específicas en épocas determinadas. Se consultaron y
resumieron más de 100 fuentes autorizadas para conformar esta nueva base de
datos, la cual permitió identificar y comparar las condiciones antiguas de
extensas regiones geográficas en periodos semejantes. De ese modo, se
identificaron las etapas y sitios de transición ecológica y cultural
generalizada, así como los patrones migratorios y de asentamiento de los
pueblos. Me enfoqué principalmente en Saharasia y sus fronteras euroasiáticas
africanas más húmedas, aunque también se recopiló una cantidad importante de
datos de Oceanía y el Nuevo Mundo (DeMeo, 1985, caps. 6 y 7 de 1986).
De los patrones observados en esta base de
datos, pude confirmar que el patrismo se desarrolló primero en Saharasia, al
mismo tiempo que el panorama sufrió una transición ecológica importante, de
condiciones relativamente húmedas a áridas desérticas. Las evidencias de decenas
de estudios arqueológicos y paleoclimáticos indican que la gran franja
desértica de la Saharasia moderna, antes de los años 4000 a 3000 a.C., era una
sabana con praderas semiboscosas. Fauna grande y pequeña, como elefantes,
jirafas, rinocerontes y gacelas. vivían en las zonas verdes altas, en tanto que
los hipopótamos, cocodrilos, peces, caracoles y moluscos prosperaban en
arroyos, ríos y lagos. Hoy en día, la mayor parte de este mismo terreno de
áfrica del Norte, Medio Oriente y Asia Central es hiperárido y carece de
vegetación. Algunas de las cuencas ahora secas de Saharasia en cierto momento
estuvieron llenas a decenas y cientos de metros de profundidad, en tanto
arroyos y ríos permanentes fluían en cañones y wadis (DeMeo, 1986, capítulo 6).
¿Y qué hay de los pueblos que habitaron Saharsia
durante los tiempos de abundancia más húmedos? Las evidencias también son
claras en este punto: Estos primeros pueblos eran pacíficos, de carácter
matrista y no usaban armas. De hecho, llegué a la conclusión de que no hay
pruebas claras, contundentes o inequívocas de la existencia de un patrismo
importante en la Tierra antes del año 4000 a.C.. Sin embargo, se cuenta con
evidencias sólidas de antiguas condiciones sociales matristas. Estas inferencias
se hacen parcialmente de la presencia de ciertos artefactos de esos tiempos
remotos que incluye: el sepelio delicado y cuidadoso de los muertos,
independientemente del sexo, con una riqueza en la tumba relativamente
uniforme; estatuas femeninas con realismo sexual y arte naturalista y delicado
en muros de piedra y alfarería que hace énfasis en mujeres, niños, música,
danza, animales y cacería. Siglos después, algunos de estos pueblos matristas
pacíficos tendrían un progreso tecnológico y desarrollarían grandes estados
agrarios y comerciantes sin fortificaciones, principalmente en Creta, el valle
del Indo y la zona asiática central rusa. La inferencia del matrismo en estas
primeras épocas también se obtiene por la ausencia de evidencias arqueológicas
de caos, guerra, sadismo y brutalidad, que es evidente en estratos más
recientes después de que se secó Saharasia. Estas últimas evidencias
arqueológicas incluyen: armas de guerra; capas de destrucción en los
asentamientos; fortificaciones masivas, templos y tumbas dedicadas a los
grandes gobernantes; deformación craneal de lactantes; asesinatos rituales de
mujeres en las tumbas o sepulturas de hombres generalmente mayores; sacrificios
rituales de niños; sepulturas masivas o no resguardadas con cuerpos mutilados
lanzados de manera descuidada, y estratificación de castillos, esclavitud,
jerarquía social extrema, poligamia y concubinato, según lo determina la
arquitectura, objetos en tumbas y otros adornos mortuorios. Asimismo, se dan
cambios en el estilo artístico y temas de los periodos secos posteriores en los
que se hace hincapié en guerreros montados, caballos, carrozas, batallas y
camellos. Desaparecen las escenas de mujeres, niños y vida cotidiana. El arte y
estatuas femeninas naturalistas simultáneamente se convierten en abstractos, irreales
e incluso salvajes y pierden sus antiguas cualidades amables, protectoras y
eróticas; o desaparecen por completo y se sustituyen por estatuas de dioses
masculinos o reyes dioses. En esas épocas, la calidad del arte así como los
estilos arquitectónicos entran en decadencia en sitios del Viejo Mundo, y años
después dan paso a temas monumentales, guerreros y fálicos (DeMeo, 1986,
capítulos 6 y 7). Ciertamente, no fui el primero en observar la existencia de
transiciones culturales en los registros arqueológicos e históricos o en notar
los efectos poderosos de los cambios ambientales de la cultura. (5) No
obstante, mi trabajo fue el primero en tener un alcance mundial simultáneo,
derivado sistemáticamente y específico tanto en tiempo como en ubicación.
Arte en piedra en áfrica del Norte
Salvo algunas excepciones especiales, la primera
prueba de las condiciones sociales caóticas y el patrismo en la Tierra se pueden
encontrar en esas zonas de Saharasia que empezaron a secarse primero,
principalmente en o muy cerca de Arabia y Asia Central. Esas excepciones
especiales son sitios en Anatolia y el Medio Oriente, que contienen evidencias
momentáneas que apuntan a la probable existencia de un patrista muy limitado en
épocas tan antiguas como 5000 a.C.; pero además otras evidencias indican una
subetapa árida previa de esas mismas regiones, en la que ocurre un cambio
complementario hacia la migración y el pastoreo nómada. Como tal, parecen ser
excepciones que comprueban la regla: Desertificación grave y trauma por hambre
alteraron en gran medida la estructura social matrista original y estimularon el
desarrollo de comportamientos e instituciones sociales patristas. El patrismo, a
su vez, se agravó e intensificó debido al abandono generalizado de tierras,
ajustes migratorios y competencia por los escasos recursos acuíferos.
El génesis del Patrismo en Saharasia
Después de 4000 a 3500 a.C., las
transformaciones sociales radicales están patentes en las ruinas de
asentamientos anteriormente matristas pacíficos en valles de ríos de Asia
Central, Mesopotamia y áfrica del Norte. En cada caso, la evidencia de una
mayor aridez y abandono de tierras coincide con las presiones migratorias en
asentamientos con abastecimiento seguro de agua, como en los oasis o ríos
exóticos. Asia Central también sufrió un cambio en los niveles de lagos y
lechos de ríos que coinciden con la inestabilidad climática y aridez, lo cual
estimuló el abandono de grandes comunidades agrícolas de irrigación o a orillas
de lagos.
Los asentamientos en el Nilo o el Tigris y
éufrates, así como en zonas altas más húmedas del Medio Oriente, Anatolia e
Irán, fueron invadidos y conquistados por pueblos que abandonaron Arabia y Asia
Central que continuaron secándose. A partir de entonces emergieron nuevos
estados centrales déspotas. En casi todos los casos que estudié, la
arquitectura de tumbas, templos y fortificaciones con evidencias de asesinatos
rituales de viudas (por ejemplo, asesinato de una madre realizado por el hijo
mayor), deformaciones craneales, énfasis en el caballo y camello y crecimiento
militar ocurre después de dichas invasiones. Conforme estos nuevos estados centrales déspotas adquirieron
poder, expandieron sus territorios y en ocasiones conquistaron las tribus
pastorales nómadas aún presentes en las estepas desecas. Algunos estados
déspotas invadían periódicamente las tierras húmedas adyacentes a Saharasia
para expandir sus territorios. Conquistaban pueblos regionales de las tierras
húmedas o, si fracasaban, fomentaban reacciones defensivas entre ellos, lo cual
se puede observar en la presencia subsecuente de fortificaciones, tecnología de
armas y un nivel intermedio de patrismo en esas tierras. Otros estados déspotas
de Saharasia con el tiempo desaparecieron de los libros de historia conforme se
intensificaba la aridez y se secaba su subsistencia (DeMeo, 1985, capítulo 6 de
1986).
La difusión del Patrismo en las fronteras de
Saharasia
El patrismo apareció en las fronteras más húmedas
de Saharasia después, y sólo después, de desarrollarse primero en el centro
saharasiático deseco. Conforme la aridez hizo presa de Saharasia y la respuesta
patrista armada se apoderaba cada vez más de los pueblos saharasiáticos, las
migraciones fuera de las regiones secas puso en mayor contacto a dichos pueblos
con los pueblos pacíficos de las fronteras más húmedas de Saharasia. Hubo más
migraciones fuera de Saharasia en la forma de invasiones masivas de los
territorios fronterizos más fértiles. En estas fronteras, el patrismo se arraigó
no debido a la desertificación o el trauma del hambre, sino al acabar y
sustituir las poblaciones matristas originales con grupos patristas invasores o por
la adopción obligada de nuevas instituciones sociales patrismo introducidas por
pueblos conquistadores invasores. Por ejemplo, Europa fue subsecuentemente
invadida en los años 4000 a.C. por los pueblos de las hachas guerreras, kurgos,
escitas, sármatas, hunos, árabes, mongoles y turcos. Cada uno se dedicó a
pelear, conquistar, saquear y transformar en general Europa hacia un carácter
cada vez más patrista. Las instituciones sociales europeas se alejaron
progresivamente del matrismo hacia el patrismo y las zonas occidentales más
lejanas de Europa, principalmente Bretaña y Escandinavia, desarrollaron
condiciones patrismo mucho después de una forma más ligera que los estados
mediterráneos o de Europa Oriental, los cuales tenían una profunda influencia
de los pueblos de Saharasia.
A través del Viejo Mundo, las condiciones
matristas pacíficas de igual modo prevalecieron en las zonas más húmedas de China
hasta la llegada de los primeros invasores patristas extremos de Asia Central
después de 2000 a.C, los Shang y Chou. Invasiones subsecuentes por parte de los
hunos, mongoles y otros reforzarían el patrismo en las tierras húmedas de China.
El matrismo duró un poco más en la cultura japonesa debido a la influencia
aislante del Mar de China y el estrecho coreano, hasta la llegada de los
primeros grupos patristas invasores en 1000 a.C. desde la tierra firme asiática,
como los yayoi. En el sur de Asia, los asentamientos pacíficos principalmente
matrista y los estados comerciantes del valle del Río Indo se derrumbaron
después de 1800 a.C. debido a la combinación de presiones de aridez e invasores
nómadas guerreros patristas que provenían de las áridas tierras de Asia Central.
A partir de entonces, el patrismo se extendió a India y se intensificó en siglos
posteriores por las invasiones hunas, árabes y mongoles, que también venían de
Asia Central. De igual modo, el matrismo predominó en el Sureste de Asia hasta
el inicio de progresivas migraciones e invasiones patristas terrestres y
marítimas de los estados patristas dignos de reyes de las regiones islámicas,
chinas, indias y africanas. En el áfrica subsahariana, las evidencias indican
que el patrismo apareció por primera vez con la llegada de varios pueblos que
migraron al sur durante la época que se secó y fue abandonada áfrica del Norte.
La influencia egipcia faraónica, cartaginesa, griega, romana, bizantina, bantú,
árabe, turca y europea colonial también acrecentó el patrismo africano en años
posteriores (DeMeo 1985, capítulo 6 de 1986).
Los patrones geográficos de estas migraciones,
invasiones y asentamientos son de lo más sorprendente. Dos zonas patristas
fundamentales aparecen en los datos después del año 4000 a.C., una en Arabia y
la otra en Asia Central, las patrias respectivas de las cuales migrarían los
pueblos semitas e indoarios (Figura 3). Asimismo, fueron las primeras zonas de
Saharasia en empezar a disecarse, aunque a otras les ocurriría lo mismo y se
convertirían en patristas unos siglos después. Otro aspecto histórico de estas
irrupciones de los nómadas guerreros del desierto se observan en las figuras 4
y 5, cuyos mapas muestran los territorios ocupados en una u otra época por los
árabes y turcos, respectivamente (Jordan & Rowntree 1979; Pitcher 1972).
Los territorios de estos dos grupos, últimos de una serie de invasores
provenientes de Arabia y Asia Central, comprenden el 100% de la Saharasia
desértica, esparciéndose hacia sus fronteras más húmedas.
Figura 3:Rutas de difusión generalizadas de
la cultura humana armada (complejo cultural patrista) del Viejo Mundo para el
periodo que se inicia alrededor del año 4000 a.C.
1. Núcleo árabe 2. Núcleo asiático
central
Figura 4. Zonas de influencia u ocupadas por
los ejércitos árabes desde 632 d.C.
Figura 5. Zonas de influencia u ocupadas por
los ejércitos turcos desde 540 d.C.
(de Pitcher, 1972)
Estos factores geográficos explican por qué el
matrismo se preservó más tiempo en las regiones más alejadas de Saharasia. Las
regiones de su periferia (particularmente islas) como Inglaterra, Creta,
Escandinavia, el ártico asiático, Sudáfrica, sur de India, Sureste de Asia e
Islas del Pacífico demuestran una relación histórica posterior con la adopción
del patrismo y un debilitamiento consecuente del patrismo con instituciones
sociales matristas nativas preexistentes. A partir de las diversas fuentes
empleadas para construir mi base de datos y el desarrollo de la figura 3,
patrones sugieren la difusión del patrismo del Viejo Mundo. Los vectores sólo
son una primera aproximación, pero concuerdan con estudios anteriores sobre la
migración y difusión de los pueblos. Estos patrones geográficos obtenidos de la
bibliografía de arqueología e historia, se sostienen de manera independiente de
un patrón espacial muy semejante de los datos antropológicos más recientes,
como se mostró en la figura 1, Mapa del comportamiento mundial.
La difusión del Patrismo en Oceanía y el Nuevo
Mundo
Estas observaciones respecto a las migraciones
de los pueblos patristas se extienden e incluyen la difusión transoceánica del
patrismo del Viejo Mundo, a través de Oceanía y quizá hasta el Nuevo Mundo. La
figura 6 presenta un mapa de estas rutas sugeridas, el cual supone que no hay
otra región de origen del patrismo que Saharasia. Este último mapa se derivó de
los varios mapas presentados con anterioridad, incluyendo el mapa del
comportamiento mundial, así como de otras fuentes expuestas en mi tesis. Sin
duda, se necesitarán investigaciones adicionales a fin de confirmar o dejar en
claro estas rutas sugeridas.
Es significativo que el patrismo en América se
identificó en el mapa de comportamiento mundial principalmente en los pueblos
que vivían a lo largo de las costas o entre pueblos cuyos antepasados
desarrollaron sus primeras comunidades patristas en regiones costeras. Además, es
revelador que los primeros pueblos patristas de América eran las mismas culturas
de las cuales, basado en la cultura y arte material o lingística, se ha
analizado una conexión precolombina con estados patristas que navegaron los mares
desde el Viejo Mundo. (6) Aún así, quizá se desarrolló un patrismo más limitado
e independiente en Oceanía y el Nuevo Mundo a través del mecanismo desierto-hambre-migración
semejante al estudiado de Saharasia, que probablemente ocurrió en el desierto
australiano, en la Gran Cuenca árida de Estados Unidos o en el Desierto de
Atacama (DeMeo, 1986, capítulo 7).
Figura 6. Patrones sugeridos de Difusión del
Patrismo alrededor del mundo. Antes de Colón y las migraciones europeas.
CONCLUSIONES
La teoría de los orígenes saharasiáticos del
patrismo armado se desarrolló a partir de una revisión geográfica sistemática de
datos arqueológicos, históricos y antropológicos. La representación en mapas de
los diversos datos se realizó en un intento por comprender el génesis del
patrismo y comprobar el poder de predicción de las suposiciones iniciales
fundamentales. Lo anterior se logró a través del estudio de las dimensiones
geográficas de instituciones sociales específicas que frustran los impulsos
biológicos básicos de lazos entre madre e hijo y entre hombre y mujer o que
indican un elevado nivel de dominio masculino, jerarquía social y agresión
destructiva. De este modo, se comprueban y fortalecen las suposiciones
iniciales fundamentales del estudio, principalmente la teoría económico sexual
del comportamiento humano, el esquema matrista y patrista y las asociaciones
causales entre la desertificación y el patrismo.
Estas observaciones sugieren firmemente que las
porciones innatas del comportamiento se limitan a aspectos existenciales y de
convivencia social dirigidos al placer que confieren diferentes ventajas de
supervivencia y salud para el niño en crecimiento y trabajo para preservar la
unidad social. éstas son los comportamientos y las instituciones sociales
matristas que apoyan y protegen las funciones afectivas entre los recién nacidos
y sus madres, quienes procuran al hijo durante sus varias etapas de desarrollo
y estimulan y protegen los lazos de amor y excitación de placer que
espontáneamente se desarrolla entre el y la joven. De estos impulsos biológicos
dirigidos al placer surgen otras tendencias de cooperación social e
instituciones sociales que mejoran y protegen la vida. Se ha demostrado que
dichos impulsos y comportamientos a favor de los niños, las mujeres y
orientados al placer y el sexo positivo existen en épocas más recientes,
principalmente fuera de los límites de la franja del desierto de Saharasia. Sin
embargo, alguna vez fueron formas dominantes de comportamiento y organización
social en todo el planeta antes de la gran desertificación del Viejo Mundo.
Debido a las nuevas evidencias que se presentan aquí, el patrismo, que incluye
el maltrato infantil, subordinación femenina, represión sexual y componentes
agresivos destructivos, se explica mejor y de manera más simple como una
reacción emocional y cultural a las condiciones traumáticas del hambre que se
dieron por primera vez cuando se secó el Saharasia después del año 4000 d.C.,
una respuesta que se esparció más allá del desierto a través de la difusión de
pueblos traumatizados y afectados y de la modificación de sus instituciones
sociales.
PIES DE PÁGINA
1. Mi investigación incluyó más de 100 fuentes
para abarcar diversos trabajos sexológicos clásicos: Brandt, 1974; Bullough,
1976; Gage, 1980; Hodin, 1937; Kiefer, 1951; Levy, 1971; Lewinsohn, 1958;
Mantegazza, 1935; May, 1930; Stone, 1976; Tannahill, 1980; Taylor, 1953; Van
Gulik, 1961.
2. Poco después de haber terminado mi tesis, me
enteré del estudio de Riane Eisler
(1987a) Chalice and the Blade, en el que identifica los tipos de organización
social dominante y participativa. Su concepto es casi idéntico en cuanto a las
formas de organización social patrista y matrista, según se definen aquí.
3. La estructura del argumento exige aquí una
distinción crítica entre los hechos y las teorías acerca de los hechos. Todas
las teorías de la ciencia del comportamiento intentan explicar una variedad de
hechos clínicos y sociales observados. Algunos incluso intentan incorporar en
la teoría los hechos antropológicos, es decir, el comportamiento de otras
culturas. Sin embargo, casi ninguna de dichas teorías es de naturaleza mundial
o geográfica. Es decir, no intentan explicar simultáneamente el comportamiento
humano entre un número importante de culturas mejor estudiadas en cada región
del mundo. La mayoría de las teorías conductuales, si acaso se refieren a la
bibliografía antropológica, se enfocan únicamente en las culturas patristas no
comprueban ser mundiales ni derivadas de un sistema. Los estudios
transculturales son una gran medida hacia estos temas, aunque el método de
evaluación geográfico mundial y transcultural combinado es un refinamiento
adicional necesario que obligará a que todas las teorías conductuales en lo
sucesivo mencionen hechos específicos acerca de la historia, migración,
contacto cultural y ambiente natural.
4. Las 15 variables eran: Tabús sexuales
prematrimoniales femeninos, segregación de adolescentes varones, mutilaciones
de genitales masculinos, precio por la novia, organización familiar, residencia
matrimonial, tabú sexual posparto, grupos más cercanos afines, descendencia,
herencia de tierras, herencia de propiedades móviles, dios supremo,
estratificación de clases y esclavitud.
5. Mi estudio fue posible sólo gracias a buenos
trabajos anteriores de otros expertos. Además del trabajo de Reich, mis ideas
sobre las transformaciones ambientales y culturales las obtuve en gran medida
de trabajos anteriores de Bell (1971), Gimbutas (1965), Huntington (1907,
1911), Stone (1976) y Velikovsky (1950, 1984), aunque me responsabilizo
totalmente de las conclusiones y mapas que se presentan aquí.
6. Este resultado pone en tela de juicio la
afirmación de que todos los pueblos precolombinos del Nuevo Mundo migraron por
el Estrecho de Bering 10,000 años a.C. durante la época glacial. De haberse
transmitido el patrismo al Nuevo Mundo en esta época, se habría distribuido
homogéneamente. La cantidad y calidad de los datos que sustentan la idea de los
contactos precolombinos ha aumentado en gran medida en años recientes. Consulte
en el capítulo 7 de DeMeo, 1986 un resumen de dichas evidencias.
POSTSCRIPT NOTE: See James DeMeo's new article "Update on Saharasia" for a discussion on newer archaeological evidence from the pre-historical period. A few sites have been discovered with evidence of social violence prior to my c.4000 BCE marker date, but these all occurred within early arid sub-phases within Saharasia, or were consequent to the out-migrations of peoples from those early arid regions, thereby being "exceptions which prove the rule" of a desert-famine-starvation effect upon early human behavior. This new article is contained as an Appendix in the second revised edition of the Saharasia book which is now being sold in bookstores, but also it is available as a free download PDF at the main Saharasia Website.
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Leiden: E.J. Brill.
Velikovsky, I. 1950. Worlds in Collision. NY: Macmillan.
Velikovsky, I. 1984. Mankind in Amnesia. NY: Doubleday.
Additional Articles and Materials:
* Click here to review and/or purchase books and videos
on Anthropological/Archaeological issues related to Saharasia, including on peaceful societies.
* Click here to review and/or purchase books and videos
on Saharasia Today, addressing the sex-economic dimensions of modern world problems.
* The Orgone Biophysical Research Lab: James DeMeo's Research Website.
* The Saharasia web page.
* The Complete OBRL / Natural Energy Works On-line Bookstore and Product Shop
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